España se encuentra en el segundo puesto en el ranking mundial de corcho, y es el segundo país con mayor superficie de alcornocales,superado por Portugal (480.000 ha)
«Solo 7 países mediterráneos cuentan con formaciones de alcornocales:Portugal, España, Francia, Italia, Marruecos, Argelia y Túnez, que suman más de dos millones de ha. Territorios cuya actividad tradicional ha dibujado el paisaje corchero», ha señalado el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), Miguel Arias Cañete, durante la inauguración, ayer en la madrileña sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, de la Conferencia Internacional de Alcornocales y sector del corcho, organizada por la Fundación Biodiversidad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lleva años insistiendo en los importantes servicios ambientales que prestan los alcornocales, como la conservación de la biodiversidad y del suelo, la protección del territorio contra los grandes incendios, la resistencia al cambio climático, la desertificación, la fijación de carbono o la recarga de la capa freática y el control de la escorrentía. Además, los alcornocales contribuyen al desarrollo sostenible de las poblaciones que los habitan; sobre todo en la producción de corcho y la explotación de ganadería de vacuno, ovino y porcino en régimen extensivo.
Sin embargo, Arias Cañete ha avisado de las distintas amenazas a las que se enfrentan los alcornocales, como el abandono rural, la ausencia de gestión o la conversión para otros usos fundamentales. «Estos hechos, unidos a los efectos del cambio climático, afectan de manera negativa a la salud de los alcornocales: aumentan su vulnerabilidad frente a enfermedades y plagas, como el fenómeno de la seca», ha indicado.
Para ello MAGRAMA anuncia nuevas medidas para la protección de los alcornocales,un inventario nacional sobre el estado de los alcornocales, un plan específico sobre dehesas y la redacción de varias guías de buenas prácticas son algunas de las medidas que pondrá en marcha el Gobierno para mejorar la protección de estas masas forestales.Ramos ha recordado que los bosques de alcornoques constituyen una fuente «incalculable» de riqueza verde, por lo que hay que defender, proteger y promover sus ecosistemas.
Además, durante estas sesiones se ha propuesto llevar a cabo un plan de difusión conjunto entre España y Portugal dirigido al sector del corcho y a la población en general, para dar a conocer los valores del alcornoque. Una gestión «adecuada» de estos bosques puede satisfacer necesidades como la creación de empleo y el fomento de la actividad económica en el entorno rural, gracias a los recursos que proporciona este árbol, como la madera y el corcho, ha resaltado el secretario de Estado.
Además de la saca del corcho, esta especie ofrece «gran valor» al turismo de naturaleza, por sus valores paisajísticos y su interés micológico. Según Ramos, la dehesa de alcornoque presta «servicios ambientales» porque tiene una función activa frente al cambio climático en su calidad de sumidero de dióxido de carbono y un papel regulador en el ciclo del agua. Los especialistas que han participado en estas jornadas han apostado por el renacimiento de la cultura de la dehesa y el redescubrimiento del corcho como fuente de riqueza.
Ramos ha recordado las actuales amenazas del alcornoque como la sobreexplotación de los pastos, el abandono rural y el estancamiento del sector; problemas que afectan a «la salud» de la especie y la hace vulnerable a enfermedades e incendios. Para luchar contra estas adversidades, el secretario de Estado ha señalado que es precisa una acción decidida de colaboración entre la administración pública, el sector del corcho y los propietarios de los bosques.
Fuente: ABC y ElDiario.es